El mercado de alquileres en CABA está viviendo una transformación acelerada. Lo que hace cinco o diez años era la regla de oro (la garantía propietaria tradicional) hoy está cediendo terreno frente a opciones más rápidas, digitales y con respaldo asegurador.

En un mundo donde la velocidad y la transparencia son decisivas para cerrar operaciones, tus clientes esperan que sepas qué garantías aceptar y cuáles evitar, y que tengas argumentos claros para explicarlo.

Según los dichos de Alejandro Bennazar (ex presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina) en una entrevista, no es obligatorio que el propietario exija una garantía propietaria. 

En muchos casos, una garantía privada o un seguro de caución emitido por una aseguradora de primera línea cumple la misma función, y está ganando aceptación por su agilidad y respaldo legal frente al modelo tradicional.

La tendencia apunta a que en 2026 esa cifra supere el 60%, impulsada por la digitalización y por la mayor aceptación de las garantías respaldadas por aseguradoras.

Esta checklist es tu hoja de ruta para actualizar tu forma de trabajar antes de que el mercado te pase por encima.

1. Confirmá si la garantía está vigente y en regla

Sea cual sea el tipo de garantía, la validación inicial es clave. En el caso de la garantía propietaria tradicional:

• Revisá escritura o copia certificada.
• Confirmá que no haya inhibiciones, embargos o deudas de ABL y expensas.

Problema frecuente

Esta validación puede llevar semanas, sobre todo si el inmueble está hipotecado o con trámites pendientes. 

En mercados más ágiles, como España, el proceso se resuelve en 48 horas gracias a bases de datos interconectadas y servicios digitales. 

Argentina todavía depende, en gran parte, de gestiones presenciales.

2. Evaluá la solvencia real detrás de la garantía

Una garantía sin respaldo sólido es solo papel. En 2026, los propietarios esperan que las garantías cubran no solo el pago del alquiler, sino las expensas, servicios, etc.  

Aquí es donde las garantías privadas respaldadas marcan la diferencia:

• Verifican ingresos y antecedentes del inquilino.
• Ofrecen cobertura adicional según lo que ambas partes necesiten.
• Reducen la dependencia de un garante físico.

Según un informe de Baselane (plataforma de gestión de alquileres), el 27 % de los propietarios en EE. UU. utiliza plataformas de administración 100 % online, mientras que un 49 % emplea apps de pagos P2P (como Venmo o Zelle). 

Además, cada vez más propietarios y agencias inmobiliarias migran hacia garantías digitales respaldadas por tecnología, debido a su rapidez, eficiencia y cobertura amplia. 

Esa tendencia se fortalece en entornos urbanos de alta demanda, un camino que CABA ya está empezando a seguir.

3. Priorizá garantías emitidas por empresas de primera línea

Aceptar garantías sin respaldo de compañías reconocidas es un riesgo innecesario. Las empresas con calificación positiva en el mercado no solo generan confianza, sino que aceleran la aceptación por parte de los departamentos legales.

Hoggax trabaja con aseguradoras líderes aliadas, lo que reduce objeciones y evita negociaciones interminables con el propietario.

4. Evitá formatos con baja aceptación o de difícil ejecución

Algunos formatos de garantía todavía circulan, pero su aceptación cae año tras año:

• Pagarés o compromisos firmados ante escribano que dependen de juicios ejecutivos.
• Garantes con propiedades fuera de CABA sin verificación previa.
  
  

Revisando el contexto global, un estudio de MarketWatch,  proyecta que el mercado global de empresas que actúan como garantes (en lugar de familiares o conocidos) alcanzará los 775 millones de dólares en 2025, y podría duplicarse hasta los 1.530 millones de dólares para 2032. 

Este fenómeno refleja una transformación real en cómo los inquilinos acceden al mercado en ciudades con alta demanda, y cómo los propietarios están adoptando nuevos modelos de respaldo.

5. Tené un protocolo interno para revisar cada garantía

En 2026, una inmobiliaria profesional no revisa garantías “a ojo”. Lo recomendable es:

• Checklist interno de documentos.
• Validación digital en registros de la propiedad y bases judiciales.
• Confirmación directa con el emisor (en el caso de garantías privadas).
  
  

En ciudades como Londres, por ejemplo, las inmobiliarias que implementaron protocolos digitales de validación redujeron en un 40% los tiempos de cierre y en un 30% las incidencias legales posteriores.

6. Educá a tus clientes para que no se queden en el pasado

Muchos propietarios siguen pensando que la única garantía segura es la tradicional. Como broker, podría sumarte añadir a la conversación con tus clientes que las garantías modernas:

• Cubren más riesgos.
• Son más rápidas de emitir.
• Reducen la tasa de rechazos.
  
  

Podés usar comparativas concretas: